ÓSCAR URRA

A timba abierta – Óscar Urra

Posted: 29 Mar 2012 01:46 PM PDT

Debutar en el género negro y hacerlo de esta forma no es de lo más sencillo, pues la novela es de una calidad muy por encima de la media. Es todo un aldabonazo sobre las cabezas de los amantes a la novela clásica de género, pues esta narración cuenta con todos los elementos para considerarla como tal. Posee policías, inspector privado, ambiente negro o sencillamente realista, mafiosos, mujeres guapas, exmujeres de genio indomable, camareros persuasivos, chivatos profesionales, ácratas, o lo que es lo mismo un mundo de muy variopinto pelaje, todo rodeado de la ciudad, de Madrid, del centro de la ciudad, de ese territorio tan añejo como imprescindible, donde la delincuencia y el alma palpitante de la ciudad conviven. LEER MÁS

Si en algún momento se consideró que el binomio, detective privado con problemas y un mundo negro, era cuestión del pasado Óscar Urraconsigue que dicha afirmación se quede prácticamente en eso, en una afirmación sin mucho sentido. Con narraciones de este calibre queda meridianamente claro que el género goza de muy buena salud, pues con unos mimbres tan clásicos, el autor madrileño es capaz de crear una pieza de inconfundible sabor y de elevada calidad.

El sabor lo pone ese espacio geográfico que tan cercano parece y que tan bien trabaja otro de los exponentes más salvajes de la novela negra, Juan Madrid, de quien no se puede soslayar la influencia entre las páginas deUrra. Pero la novela es algo más pues posee una prosa muy cuidada, muy trabajada, por momentos usada de una forma tan fina y sutil que se acerca más a ser un arma afilada. Véase como ejemplo:

“Cabria sintió todo el desgaste de la jornada acumularse en su espalda y sus piernas, y un cosquillo concreto y antiguo le clavó alfileritos en la yema de los dedos: el que sentía cuando llevaba mucho tiempo sin tocar la fría y pulida superficie del naipe. Si este caso no se resolvía tampoco lo harían sus problemas, y entonces más le valdría buscar tapetes en otras ciudades, razonablemente lejos de sus acreedores, donde pudiera ejercer su vocación de aficionado a la supervivencia.” Pag. 114.

Ahí va otra:

“…pero sé algo más, sé quién hay en esa casa, y eso me inmoviliza, por que el destino está hecho de decisiones mal tomadas y de peligrosas balas perdidas.” Pag. 127-128.

De tales alfilerazos está plagada la novela, donde el lenguaje es una de las normas del escritor, pues está tratado y muy cuidado. Sostiene además una trama con un ritmo elevadísimo de lectura y de adicción, que hace que devoremos la novela con una celeridad asombrosa.
Percibo la influencia más clásica en el escritor, se nota desde lo más recóndito de sus palabras, se percibe el sabor de otros detectives, desde los que han marcado el género hasta personajes más recientes, incluso en algún momento casi llego a notar la presencia de algún personaje de la comisaría de Leganitos que aparecieron en otras novelas de otro inconfundible autor.

En resumen una novela más que recomendable, todo un golpe de naipe sobre la mesa de la novela negra actual, pues hay que reconocer la valentía del autor, de con aspectos muy conocidos y en algunos casos manidos, es capaz de crear una muy buena novela con algunos personajes que resistirían una saga y algo más. Con Óscar Urra volvemos a un Madrid canallesco, malote, bocazas, poderosísimo en su fuero más interno algo que no podíamos perdernos nunca.

Sergio Torrijos

FICHA DEL LIBRO

Título: A timba abierta | Autor: Óscar Urra | Editorial:Salto de Página |Páginas 160 | Precio 15,95€ | Reseñado por Sergio Torrijos

ANTHONY BURGESS

Vacilación – Anthony Burgess

Posted: 28 Mar 2012 01:39 PM PDT

Como el subtítulo original avanza, esta es una novela de espías escatológica. ¿Por qué escatológica? Vayamos al título, magníficamente traducido por Colmenares. Vacilación, o lo que es lo mismo: duda. Literalmente, el título original sería, literalmente, algo así comotemblor de intención; y cuando las intenciones «tiemblan», es que estamos dudando entre tomar una u otra decisión. Efectivamente, el protagonista es el espía británico Hillier hombre que ha subido ―y bajado― muchas colinas (hills, en inglés), que se ve inmerso en una suma de dudas, no sólo sobre lo que ha de hacer ―porque las circunstancias cambian constantemente y debe resolver nuevos problemas― sino porque ya en su historia personal acumula unas dudas de tipo religioso y trascendental sobre la vida y la muerte. Y ahí enlazamos con el adjetivo «escatológico»: las digresiones sobre el más allá, la muerte, el pecado y la culpa, alternando con el otro sentido de lo escatológico, es decir, con la parte más cotidiana: sexo, bebida y comida, así como la muerte real, la que salpica; todo ello parece ser un conjunto de fuerzas determinantes en el protagonista y que le colocan en situaciones francamente desagradables en una fase postrera. LEER MÁS 

El agente Hillier, cuya moral es bastante dudosa, ―aficionado, además, al sexo, al alcohol y a la buena mesa― está a punto de realizar la que espera ser su última misión para el MI6: recuperar para Occidente a un científico que se ha pasado al lado soviético. Para ello debe viajar, bajo identidad falsa, en el barco Polyolbion hasta Yarylyuk, en el Mar Negro, donde Roper, casualmente amigo de la infancia, participa en una convención científica. En la primera parte de las cuatro en que se divide la novela, nos cuenta justamente cómo se conocen y qué relación amistosa mantuvieron en sus años infantiles y juveniles.

Pero en el trayecto marino, que ocupa la segunda parte, Hillier tiene diversos encuentros con personajes variopintos: la atractiva jovencita Clara y su hermano Alan, un insoportable sabelotodo, la voluptuosa Devi, a la que conoce fortuitamente en la ducha, y que es la secretaria de Theodorescu, un magnate gordo y desagradable que oculta intenciones aviesas, y que recuerda al Hombre Gordo de El Halcón Maltés. En la tercera parte se desarrolla el encuentro con Roper; las situaciones dramáticas se disparan y hay inesperadas apariciones y desenlaces. En la cuarta y última parte, a modo de epílogo, vemos al protagonista con una nueva identidad, años más tarde, reencontrándose con sus viejos conocidos del barco.

Una novela que, a la par que sigue el esquema habitual de las novelas de espías, plantea, como en casi toda la obra de Burgess, los eternos problemas que le preocupan: la cuestión del Bien y el Mal, la muerte, el amor y el sexo, la fidelidad, la traición. Todo ello ensamblado con dosis de humor ―a veces, un humor negro― y con jugosas digresiones sobre el arte y la cultura. Escrita en los años sesenta, en los que aún la guerra fría y las inquietudes sobre el incierto futuro político, la cercanía de las grandes guerras, etc. son elementos que gravitan sobre los escritores de esos años. En suma, una obra que mantiene el interés, que tiene suficientes dosis de intriga y tensión, como de humor y reflexiones más allá de la simple acción.

Anthony Burgess (Manchester, 1917-Londres, 1993) seudónimo de John Burgess Wilson, fue todo un virtuoso en el sentido renacentista del término: escritor, guionista, poeta, compositor, lingüista, traductor y crítico literario. Nacido en el seno de una familia católica, cursó estudios de literatura y filología, y tras servir en el ejército durante la II Guerra Mundial, realizando labores de inteligencia militar, debido a su dominio de diversas lenguas, ejerció como docente en la Universidad de Birmingham. En el 54 pasó unos años trabajando en Malasia y Brunei, en el Servicio Colonial británico. De sus experiencias allí surgió la Trilogía Malaya. Su novela más famosa, La naranja mecánica, fue llevada al cine con gran éxito. Una larga lista de novelas le confirma como un escritor de reconocido prestigio, si bien personalmente era un hombre muy conflictivo, y con los inevitables problemas que el catolicismo provoca en los escritores británicos.

Ariodante (en El PLacer de la Lectura)

FICHA DEL LIBRO

Título: Vacilación | Autor: Anthony Burgess | Traducción: David Horacio Colmenares | Editorial: Acantilado Páginas: 304 | Precio : 22€ | Reseñado por: Ariodante |

ENTREVISTA AL CRÍTICO

ENTREVISTA

CONVERSANDO CON JOSÉ PRATS SARIOL

José Prats Sariol
 Entrevista de Harold Alvarado Tenorio

 

 José Prats Sariol hizo estudios de Literatura en la Universidad de la Habana con José Lezama Lima. Crítico literario, novelista, ensayista y profesor universitario, ha publicado una extensa obra entre la que se cuentan las novelas Mariel (1997, 1999), Guanago Gay (2001) y los Estudios sobre poesía cubana (1988), Criticar al crítico (1983) y Fabelo (1994). Hizo parte del grupo de críticos literarios que preparó la edición cumbre de Paradiso, la novela de José Lezama Lima para la UNESCO en 1988. Ha ofrecido conferencias en universidades y centros culturales de Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Alemania, Holanda, Italia, México, Noruega, Rusia, España, Suecia, Suiza, Estados Unidos y Venezuela.

-¿Quienes son sus antepasados, entiendo que hizo estudios aquí en La Habana?– Catalanes emigrantes a principios del siglo pasado. Llegaron a La Habana de Barcelona con una mano alante y la otra sobre sus padres, que se conocieron en el vapor Esperanza o Saudades, pero la pobre realidad siempre pobre lo llamó Marqués de Comillas. Con el Prats también llegó el Sariol, más cercano a la zona valenciana. Por eso me encanta leer en catalán y comer pan con tomate, pero ni soy numismático ni me creo una rambla, aunque admiro mucho a Jaime Gil de Biedma, sus poemas y desenfados y traducciones. Mi padre, médico cirujano, era de un pueblo sin mar llamado Victoria de las Tunas. Mi madre, enfermera, de Manzanillo, puerto de mosquitos malabaristas, lisetas fritas y fango que baja de las lomas. Pero el azar me hizo nacer bajo el signo de Cáncer, un 21 de julio de 1946, en esta capital inmortal e inmemorial, donde dobla la Corriente del Golfo para formar el súper sincretismo caribeño. Aquí cada año espero la nueva flota, que es la vieja disfrazada. Mis estudios, por demoledor orden de importancia, han sido el Curso Délfico de Lezama y la Escuela de Letras de la Universidad, pero quién no es autodidacta. Mi tesis sobre la revista Orígenes me enseñó a leer y a reflexionar.

   
  – ¿No te parece suficiente?

-Dicen quienes le conocen que se inició como escritor haciendo textos para tiras cómicas…

-Leyendo comics. Tuve esa suerte. Escribí globitos para Disney porque algunos no me gustaban o no tenía dinero para comprar otro muñequito -como le decíamos. Lo demás es terreno llano, el burrito Platero y los recitales infantiles con ademanes zarzueleros. Uno no elige la vocación, puede o no desarrollarla, más nada. Desde niño sé que soy escritor. Bueno, malo, regular, pero sin géneros literarios ni sexismos, sin racimos ni credos políticos dogmáticos o estéticas catequistas. A secas, sin hielo para que las maracas no me suenen a folclorismos mentales.

 

-¿Se siente usted tan cubano como algunos de sus compatriotas, importa de verdad hoy la historia y el paisaje?

 

-Tampoco uno elige el país. Ahora con la globalización uno se siente parte de la lengua española, que fuera castellana, no de la atroz historia que nos desmenuzó. Mi paisaje espiritual sólo tiene en Cuba su inevitable referencia logística. Un punto de apoyo. Decir lo contrario es demagogia, teleología insular, manipulación de José Martí con tanta cita difusa y golpes de pecho, oportunismo nacionalista. ¿Lo cubano? Entre pamplinas queda el mar como frontera y desafío mañanero, la brisa salobre cuando entran los frentes fríos, una tarde en que la besé cerca de la Catedral. Como ves, sólo queda una aburrida enumeración, de la que tanto abusan los escritores que se creen almaceneros. Mi patriotismo comienza aquí, en tu casa del barrio de Santos Suárez, no puedo buscar una identidad que ya tengo. ¿Todavía convocan a congresos sobre la identidad? La mayoría ni se conocen a sí mismos, que sería bastante para esta precaria, frágil existencia en un planeta enfermo, lleno de brutales desigualdades neoliberalistas. Cuba es mi familia, yo sin patrioterismos huecos y  mi vecino de enfrente, el que me arregla el carro cuando le echo aceite ruso, mi biblioteca de tantos años y alegrías, mi perro Heine y uno nuevo, Fedro, un dálmata que come como un batallón normando. Como ves, Cuba es otra enumeración que termina en el Cementerio de Colón, desde donde me vigilan mis muertos.

 -Usted es mas conocido como crítico literario que como narrador?

-¿Quién te ha dicho a ti que yo soy crítico literario? ¡Qué va, mi hermano! Soy un ladrón de metáforas. Les robo a ustedes cada día, impunemente. Escribo sobre lo que leo porque desconfío de mi memoria, sobre todo de la memoria afectiva que Proust nos legara. En realidad padezco del mismo escepticismo de Eliot, ¿recuerdas las conferencias en Harvard sobre la función de la poesía y la de la crítica? A lo mejor es para alimentar mis narraciones, las fricciones que saltan sobre dicciones y ficciones. La mejor crítica que he escrito es Mariel y otra novela que estoy terminando: Las penas de la joven Lila. Mis mejores cuentos -los de Erótica y los que estoy agrupando bajo El póquer colorado- se basan en experiencias verbales que me han modificado, lejanas del engagé porque me interesa más la emoción de las palabras que el suceso que las motiva. El único fanatismo que padezco es leer, sobre todo poesías. Tal vez lo de crítico sea una especie de purga. Acabo de escribir un largo ensayo: «¡No leas poesía!», que profesaré en alguna universidad benévola como acto de contrición. Hablo en serio, aunque no me tome en serio. Mi aptitud para distinguir un poema bueno es, sin embargo, un orgullo, trato de transmitir esa pasión.

 

-De todas maneras sus viajes los hace como crítico literario…

 

-Soñé de adolescente que un gnomo de Samuel Becket me aconsejaba: «Como usted le tiene terror a viajar dentro de sí mismo, debe refugiarse en Hide Park y en Time Square, en el Carnavalet y en Playa de Gato, cercana a Almería, donde José Ángel Valente le servirá de anfitrión para que le cuente de María Zambrano en Cuba. Usted será un viajero perenne desde su largo lagarto verde». Le hice caso, con rima y todo y Nicolás Guillén. Esquiar en los Alpes cerca de Berna y subir al Teocali de Cholula parecen formas de escape, pero, ¿no crees que sean aventuras del espíritu? ¿Volveré al restaurante de madera, en la esquina del barrio alemán de Bergen donde comí bacalao con frutillas laponas, al club de Hamburg donde los Beatles empezaron, al de jazz cercano a la terminal de trenes de Ámsterdam? Mis constantes viajes me hacen más perecedero, porque recuerdo cuando jugué ajedrez con Arreola y me contó cómo le ganaba a la computadora en el último nivel, cuando conversé con tu tocayo Bloom sobre el agón inexorable en su casa de New Haven… Deseo ahora mismo bañarme en el Magdalena, aunque me han dicho que está muy contaminado de pobreza y terrorismo. Te envidio tu viaje a China. Comeremos juntos en Bailadores con Iván Vivas y Jesús Soto, de nuevo en los Andes. Pereceremos, Harold, dentro de una canoa que boga, boga, boga.

   
  -¿Como fue su relación con José Lezama Lima?

 

-Mi compadre y testigo de boda José Lezama Lima apenas viajó unos días a México y otros pocos a Jamaica. ¿Ves que no hay recetas? Fue mi maestro, tuve ese privilegio desde la adolescencia gracias a la madrina de mi madre, que era su secretaria. He escrito mucho sobre él, así que allí te remito. Acabo de publicar un ensayo sobre la imagen visual en su obra y Tecnos en su colección Metrópolis reedita en España La materia artizada, donde compilé y prologué sus críticas de arte. Las críticas de un hombre que nunca estuvo en ningún museo de importancia… Me gustaría simbolizar en él y en Virgilio Piñera un contrapunto cuyas tensiones enorgullecen las letras cubanas. Sobre ese “te odio mi amor” publiqué un ensayo en Francia. Conocí a Carpentier, pero cuando Guillermo Cabrera Infante se fue yo era un adolescente que no frecuentaba El Carmelo de Calzada. Cine o sardina, no tenía dinero para sentarme en aquellas mesas caras porque me dio por comprar a Bernard Shaw y un librero de segunda mano hacía zafra con mis ahorros. Conozco a muchos de cuatro generaciones. Fina García Marruz y Cintio Vitier (Acaban de otorgarle el Premio Juan Rulfo) me asistieron en mi tesis y en tantas orientaciones polémicas. Tuve el privilegio de la amistad con Gastón Baquero, de dar en la Cátedra Iberoamericana la primera conferencia en Cuba sobre su poesía desde 1957. Orgullo sin prejuicio. Recibo semanalmente a un pequeño grupo de estudiantes y poetas, les presto libros, leo sus manuscritos, trato de tributar mi afluente al río del Curso Délfico, a la opertura palatal, la galería aporética y el horno transmutativo.

 

-Le tocó a usted en suerte vivir toda su vida en la Cuba de Castro…

 

-Ya no sé cuántas veces me he leído Masa y poder de Elías Canetti, en cuya biblioteca     -hoy en la universidad de Zürich- encontré un ejemplar de La rebelión de las masas. La fenomenología y Husserl me enseñan a poner entre paréntesis. Amo las paradojas. «Muero porque no muero». Nunca he decidido vivir fuera de mi país, tal vez quise seguir a Lezama hasta en lo más insignificante… ¿Dónde se vive sanamente? ¿Cómo va lo de calidad de vida -Ciorán y la podredumbre- mientras avanzan el terrorismo y la corrupción, las guerras locales y la depredación del planeta, las desigualdades y la trivialización internáutica?

En Cuba, a pesar de las paradojas (La más simpática es que nunca antes dependimos tanto del enorme vecino norteño) y de las más raras sinécdoques (La parte por el todo: un partido se identifica con la nación), madrugo para que no me madruguen, cuelo café, camino y a que la inspiración me sorprenda trabajando hasta el almuerzo. Siesta y a leer anotando. Monotonía aderezada con búsquedas de las más disímiles que puedas imaginar: boniato para los dueños de los perros y para los perros, la sagrada cola del pan, un carpintero que siempre dice que va a venir mañana, las impertinencias del teléfono con chismes de la fauna y flora literaria. Después del baño no dejo de ver el Noticiero Nacional de televisión de las 8 p.m. Allí, a través de sus imágenes triunfalistas, me como un bistec de res virtual. Suspiro.

Una vez a la semana, voy a la casa de un amigo extranjero que tiene acceso a Internet. Mi teléfono es sólo local, pero a veces me llama Mape, mi hija mayor, desde Miramar, cerca de Fort Lauderdale, y unos cuantos que no se olvidan. Cuando el carro funciona (un mini Fiat Polski de 1983) nos llegamos Maruchi, mi mujer; Ariadna, mi hija menor; Félix Julio, el novio; y yo hasta Santa María del Mar o hasta el Auditorium Amadeo Roldán. Espero un concierto de la Sinfónica con ballenatos.

Practico el trago social, pero cada vez tomo menos, sin Abstemia Cruz -la mujer de Carlos Fuentes. Hace unos quince años el verbo más popular en Cuba era inventar. Después fue escapar. Ahora -me comenta mi amigo el poeta Raúl Rivero- es esperar. Fumando espero, Harold, sin masoquismos ni utopías. ¿Has leído a Canetti?

YURI ANDRUJOVICH

Perverzión – Yuri Andrujovich

Posted: 26 Mar 2012 11:13 AM PDT

Yuri Andrujovich es uno de los geniales escritores ex-soviéticos, concretamente ucraniano, forjados al calor de la caída del muro y la perestroika cuyos textos difícilmente hubieran servido al PCUS salvo para que ardieran junto a su autor en laLubianka, pero que con su peculiar estilo ha aprovechado el nicho que la ‘glasnost’ le dejó, para componer unas obras originales, simbólicas y frescas que gracias a Acantilado vamos recibiendo poco a poco. Perverzión se nos antoja la más brillante de las que hemos leído, una auténtica oda a la superficialidad de la cultura. LEER MÁS
Con la excusa de reconstruir los últimos días en Venecia de Perfetsky, poeta ucraniano, abanderado de la cultura postsoviética en su país,Andrujovich ofrece una composición múltiple desde diferentes voces y formatos. Una vez sabemos que los canales venecianos son aparentemente el lugar donde su cuerpo descansa tras lanzarse por la ventana de la habitación de su hotel, la narración alterna los propios comentarios de Perfetsky, los de sus ‘cuidadores’ al servicio del Monseñor, los relatos de aquellos que se cruzaron en su camino y las ponencias del seminario al cual asistía en la ciudad de las góndolas como conferenciante para darle solución a tan magno y culto enigma.¿Qué ha pretendido Yuri Andrujovich con esta obra? Sencillamente tomarle el pulso a todo lo que se llama cultura, más concretamente literatura, banalizando y ridiculizando los arquétipos sobre los que esta se sustenta desde hace décadas. Así, escritores, ponentes, agentes, famosos, intelectuales e incluso espías aparecen despellejados con una elegancia sutil y una ironía mayúscula para mayor disfrute del lector quien siente la burla como un regocijo añadido al placer de su lectura.

Brillante obra en la cual realidad y sueño se funden para crear un puzzle‘carnavalesco’ con abundantes figuras, escenas, personas y situaciones deliciosas, surrealistas y bañadas de todo tipo de ácidos que se arremolinan en un conjunto difícilmente superable.

Cabe avisar de que no es una obra para lectores esporádicos ni retraídos, mucho menos tradicionalistas, si usted no se siente así disfrutará como un niño con las desventuras de Perfetsky en la Perla del Adriático.

Andrujovich es autor a la vez de dos ensayos que han recibido el elogio internacional y en los que ofrece un recorrido geopolítico por diversas regiones de su país. El primero, Mi Europa (2001; Acantilado, 2005), volumen compuesto de un ensayo del escritor ucraniano (Revisión centroeuropea) y otro del polaco Andrzej Stasiuk, narra qué significa para ellos vivir en Centroeuropa, un territorio de frontera entre dos mundos: la Europa Occidental “del bienestar” y la Europa Oriental “autoritaria” simbolizada por Rusia. El segundo, El último territorio (2003; Acantilado, 2006), es un conjunto de catorce artículos “geopoéticos” sobre la realidad postsoviética de Ucrania (la catástrofe de Chernobyl, las huellas de la desaparecida Galitzia, la emigración hacia el oeste, la represión informativa, la mafia…) en los que se adivina cierta nostalgia del pasado austrohúngaro como la única referencia de europeísmo y estabilidad para su país.

Andrujovich (1960, Ucranía) ha recibido por sus obras literarias los siguientes premios nacionales e internacionales: el Herder (2001), el Premio de la Paz Erich Maria Remarque (2005), el Premio al Acercamiento Europeo (2006) y el Central European Literary Award«Angelus» (2006). Sus obras se han traducido en Polonia, Canadá, Estados Unidos, Alemania, Hungría, Austria, Rusia y Finlandia. En octubre de 2006, el escritor ucraniano presentó el acto de inauguración del festival de literatura Kosmopolis, que organiza el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) de manera bienal, en su edición dedicada a la literatura rusa y eslava contemporánea.

Pepe Rodríguez

FICHA DEL LIBRO

Título: Perverzión | Autor: Yuri Andrujovich | Editorial: Acantilado |Páginas: 384 | Precio : 24€

LA HUELGA GENERAL

LA HUELGA GENERAL, de Jack London. Novedad de Ediciones Irreverentes. 

Narrativa de calidad y comprometida al servicio de la realidad y de su transformación
LA HUELGA GENERAL, de Jack London. Novedad de Ediciones Irreverentes

 

«La huelga general» es uno de los textos más vigorosos, actuales y comprometidos de Jack London; en él, la clase obrera, harta de ser explotada por los empresarios con la connivencia de políticos, jueces, policía y ejército, demuestra a los millonarios que no son ellos quienes crean riqueza, sino la clase obrera, que sin los trabajadores la sociedad actual es inviable. Y lo hace mostrando los estragos que causa una huelga general prolongada en un club de amigos pudientes. Primero la deserción del servicio, después el hambre, por fin el caos y ejército y policía robando y huyendo en desbandada. Completan el libro narraciones breves como Por un pedazo de carne, lo que puede llegar a hacerse por subsistir, el fin agónico de la carrera de un viejo y gran boxeador; El chinago, donde Jack London narra las condiciones de esclavitud y deshumanización de los trabajadores chinos contratados por los ingleses para explotar las plantaciones de algodón de Tahití; Una invasión sin antecedentes, La hoguera y Cara de luna. Son todos textos impactantes, que demuestran que se puede hacer gran literatura con historias llenas de compromiso social.

Toda la información en http://www.edicionesirreverentes.com/narrativa/HuelgaGeneral.html Os animamos a leer la información sobre el libro, es más contemporáneo que el 99% de lo que se escribe ahora mismo.

 

 

Miguel Angel de Rus

Ediciones Irreverentes

http://www.edicionesirreverentes.com

http://www.noticiasirreverentes.com