El alma sensible de Laura Ferrero (Barcelona, 1984) casi se sorprende del éxito de sus libros. El último de ellos, La gente no existe, es un breviario de cuentos afilados que ha rendido a la crítica a sus pies. Y, sin embargo, Ferrero es ajena al triunfo. En la mujer que es ahora afloran a ratos la niña que guardó en un cajón —todavía está ahí— su primera novela y la estudiante que en Pamplona vibró leyendo a Carver y escuchando a Alejandro Llano. En esta conversación, llena de dudas, habla de la vida —de la suya—: amor, literatura y corazón universitario.
